La Palabra de Dios nos guía de manera clara y poderosa. En Colosenses 1:9-10, el apóstol Pablo nos da una clave invaluable: "Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios."
Y cuando andamos en la voluntad de Dios, sucede algo maravilloso: llevamos fruto en toda buena obra y crecemos en el conocimiento de Dios. ¡Qué promesa tan gloriosa! Nuestro andar en la voluntad de Dios no solo transforma nuestras vidas, sino que impacta a todos a nuestro alrededor. Nuestras acciones se convierten en frutos que glorifican al Señor, y nuestro conocimiento de Él se profundiza cada día más.
Hermanos, quiero animarlos hoy a que busquemos con todo nuestro corazón ser llenos del conocimiento de su voluntad. Que cada día, en oración, le pidamos al Espíritu Santo que nos revele más de su plan para nuestras vidas. Que nuestro deseo más profundo sea caminar de una manera digna del Señor, agradándole en todo, y que podamos ver los frutos abundantes de su obra en nosotros.