La tibieza espiritual
La tibieza espiritual es un peligro silencioso que puede invadir nuestros hogares, apagando lentamente el fuego de la fe. Apocalipsis 3:16 nos advierte sobre las graves consecuencias de ser tibios, comparándolo con un estado de indiferencia que nos separa de la bendición de Dios y nos deja en una vida vacía y sin propósito. Es vital que reconozcamos los signos de tibieza, como la falta de oración ferviente, la indiferencia hacia la Palabra de Dios y la permisividad ante el pecado en nuestras vidas y familias.
Nuestros hogares deben convertirse en altares donde el fuego de la adoración arda continuamente.
Inspirados por Levítico 6:12-13, podemos hacer de nuestros hogares santuarios sagrados creando espacios de oración, celebrando juntos la fe y compartiendo devocionales en familia. Los padres tienen un rol crucial como líderes espirituales, llamados a ser ejemplos vivos de fe para sus hijos, cultivando una pasión ardiente por Dios y manteniendo el fuego de la fe encendido en sus corazones y en sus hogares.
Hoy es el momento de actuar, de comprometernos a fortalecer nuestra vida espiritual en familia.
A través de la oración constante, la lectura de la Biblia y el servicio a los demás, podemos evitar la tibieza espiritual y encender un fuego que arda en nuestros hogares, guiándonos hacia una vida llena de propósito y la presencia de Dios. Que nuestros hogares sean lugares donde la fe florezca y el amor por Cristo sea la llama que nunca se apague.
Que Dios les bendiga y les guíe en este camino. Que el Espíritu Santo llene sus hogares con su presencia y les equipe para vivir una vida fiel y ferviente. Que el fuego de la fe arda en sus corazones y que nunca se apague.
Oración
Padre celestial, te pedimos que enciendas un fuego en nuestros corazones. Queremos ser más que tibios; queremos arder en amor por ti y por los demás. Ayúdanos a hacer de nuestros hogares santuarios donde tu presencia se sienta de manera poderosa. En el nombre de Jesucristo, amén.