Asociación Misionera de Iglesias Pentecostales

En un mundo donde la tecnología nos acerca a posibilidades infinitas, pero también a incertidumbres crecientes, desde la inteligencia artificial que revoluciona nuestras formas de vivir, hasta las guerras y conflictos que nos llenan de ansiedad, la verdadera riqueza sigue siendo inmaterial. En medio de todo esto, Jesús nos muestra un camino distinto. A través de la historia de la viuda pobre, descubrimos que el valor de lo que damos no se mide en monedas, sino en el sacrificio y la intención que hay detrás. Hoy, más que nunca, necesitamos este recordatorio: en nuestras relaciones, en nuestras comunidades, y en cómo enfrentamos los desafíos de un mundo roto. ¿Qué estamos ofreciendo de nosotros mismos cuando parece que el mundo pide tanto de nosotros?