Eres más fuerte de lo que crees
La Palabra nos revela en que incluso los más jóvenes, en su vigor, pueden sentir el peso del cansancio, pero los que confían en el Señor se levantan con una fuerza que desafía la gravedad. ¡Tú eres esa águila! Esa que se eleva con majestad sobre las tormentas, que no teme al viento porque sabe que cada ráfaga la impulsa más alto.
"Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán." Isaías 40:30-31
¿Qué significa esto para ti?
Dios te llena de poder: Cuando tus fuerzas se agoten y tus pasos titubeen, Él será la fuente inagotable que renueva tu espíritu, levantándote en sus alas.
Tu vida tiene un propósito eterno: No eres un accidente ni un simple viajero en este mundo. Eres parte de un plan divino, un diseño perfecto que solo tú puedes cumplir.
No hay montaña que no puedas escalar: Con Dios a tu lado, los desafíos no son muros, sino peldaños hacia tu destino. Cada obstáculo es una oportunidad para mostrar la fuerza que llevas dentro.
Vive con intensidad, con propósito, con audacia.
El Salmo 1:1-3 te invita a ser como un árbol plantado junto a corrientes de agua viva, inquebrantable, fértil, floreciendo en todas las estaciones de la vida. Así como ese árbol se nutre del agua y la luz, tú necesitas de la presencia divina para prosperar. Deja que tus raíces se hundan profundamente en su amor, y tus ramas alcancen los cielos, llevando frutos que transformen el mundo a tu alrededor.