Aunque las tormentas de la vida amenacen con desviarnos del camino, la certeza de que Cristo está a nuestro lado nos impulsa a seguir adelante con valentía.
El miedo puede oscurecer nuestra visión y alejarnos de la presencia de Dios, pero Jesús nos recuerda: “¡Ánimo! Soy yo, no tengan miedo” (Mateo 14:22-33).
Todavía tenemos un propósito que cumplir y una vocación a la cual responder. Dios sigue contando con nosotros. ¿Estás dispuesto(a) a decirle a Cristo una vez más: Aquí estoy, Señor?
Desde los campos misioneros en Bolivia,
Rev. José Omar Tejeiro
Presidente, AMIP.