Asociación Misionera de Iglesias Pentecostales

¿Alguna vez han sentido que la vida les ha arrancado todo? ¿Que las pruebas y el dolor se han apoderado de sus días, dejándolos desolados y sin esperanza? Hoy, vamos a adentrarnos en la vida de un hombre que lo perdió todo, pero cuya fe permaneció inquebrantable. La historia de Job no es solo una antigua narración; es un espejo de nuestras propias luchas, un recordatorio de que, aun en medio del dolor más profundo, hay esperanza. A través de este mensaje, deseo que encuentren consuelo, fuerza y una renovada fe en nuestro Dios, quien nunca nos abandona.