Asociación Misionera de Iglesias Pentecostales

Él transforma lo ordinario en extraordinario, lo seco en abundante

¿Alguna vez has sentido que, aunque lo tienes todo, algo profundo sigue faltando en tu vida? Quizás experimentas momentos de alegría pasajera, pero te encuentras de nuevo en la soledad del vacío. Es como si estuvieras en una fiesta que, poco a poco, va perdiendo su luz. Así ocurre en las bodas de Caná, donde el vino —símbolo de gozo y plenitud— se agota, dejando a los invitados desilusionados. Sin embargo, Jesús se presenta y lo cambia todo. Él transforma lo ordinario en extraordinario, lo seco en abundante. Hoy, Él puede hacer lo mismo por ti, si le permites entrar en tu vida.

Hoy es el momento de dejar atrás el miedo, el qué dirán, y abrir tu corazón a la transformación que solo Él puede ofrecer. ¿Estás listo para cambiar tu vida desde lo más profundo?

Estimado lector, ¿alguna vez has experimentado una amistad tan profunda que te haría mover cielo y tierra por esa persona? La Biblia nos cuenta una de las historias de amistad más conmovedoras de todos los tiempos: la de David y Jonatán. Un rey y un príncipe, unidos por un lazo inquebrantable, un pacto de lealtad que trascendió las diferencias sociales y políticas. Pero más allá de una simple amistad, su historia nos revela un profundo significado sobre quiénes somos y a qué estamos llamados.

En un mundo lleno de distracciones y caos, el verdadero consuelo y dirección solo pueden encontrarse en la Palabra de Dios. En Lucas 17:11, vemos a Jesús en su viaje hacia Jerusalén, y en este relato encontramos una lección profunda sobre cómo recibir y valorar el mensaje divino.

Redes Sociales y el Evangelio: ¿Un Nuevo Campo Misionero?

En un mundo donde las redes sociales conectan a millones de personas a diario, surge una pregunta esencial para los cristianos: ¿Pueden estas plataformas ser un canal legítimo y efectivo para cumplir con la Gran Comisión de Jesús? Explora cómo las Escrituras pueden respaldar el uso de medios digitales para expandir el Reino de Dios.

Imagina que en tus manos colocan un mapa a un tesoro incomparable. No es un cofre de oro, ni joyas deslumbrantes. Es un tesoro que trasciende este mundo, un bien eterno que no se corrompe. Pero hay un precio a pagar: debes dejar atrás todo lo que te ata a lo terrenal. ¿Tienes el valor de renunciar a tus seguridades, tus comodidades, por algo que solo puedes ver con los ojos de la fe?

Apreciado lector, hay un vacío profundo que nada en este mundo puede llenar. Tal vez has intentado buscar satisfacción en las riquezas, el éxito, o el reconocimiento, pero sigues sintiendo que algo falta. Quiero decirte que ese vacío solo puede ser llenado por el amor de Jesucristo. Él es la respuesta que tu corazón anhela, el refugio que tu alma necesita. Si sientes que no encuentras paz, es porque Cristo, y solo Cristo, es quien te ofrece la verdadera plenitud.

En nuestro caminar diario, muchas veces nos preguntamos cuál es nuestro propósito y cómo podemos ser instrumentos en las manos de Dios. La Biblia nos ofrece ejemplos claros y poderosos de cómo Dios puede usar a cada uno de nosotros para cumplir Su voluntad.