Jesús, Nuestro Refugio en la Debilidad: Un Tesoro en Vasos de Barro
Hoy quiero hablarte como un padre que vela por sus hijos, como una madre que no puede soportar ver a su pequeño llorar. Sé que las luchas de la vida te han dejado exhausto, que las cargas del día a día han pesado sobre tus hombros. Pero hay esperanza, hay un tesoro escondido en tu dolor. Ven, acércate a la Palabra de Dios y déjate abrazar por su amor infinito.